Ninfa Atalaya Aguilar, mujer de 39 años de edad, que ingresó a la unidad de cuidados intensivos del Hospital de Tarapoto el 26 de febrero del presente año víctima de la COVID-19.
Luego de dos meses de estar internada en dicha unidad, hoy fue trasladada al Área de Hospitalización para su evolución.
La joven madre de dos niños, tuvo una insuficiencia respiratoria aguda y neumonía, patologías por las cuales necesitó asistencia ventilatoria mecánica.
Estuvo hasta en cuatro oportunidades en posición prona (boca abajo) para mejorar su saturación, superó bacterias intrahospitalarias y tuvo los pulmones comprometidos.
La madre de familia ya respira sin necesidad de cánula nasal. Muy emocionada dijo que pronto regresará a su casa para estar con su familia.
«No cometeré los errores que casi me cuestan la vida, hay que cuidarnos«, comentó emocionada.
La madre de familia dijo estar eternamente agradecida con los médicos y con el equipo de salud del nosocomio de Tarapoto.
A la cabeza del equipo de salud estuvieron los médicos intensivistas y esposos, Mauro Rodríguez y Melis García, acompañados por un selecto grupo de enfermeros y técnicos.
La profesional dijo que cada persona es un caso particular, depende del sistema inmunológico la respuesta positiva o negativa de un paciente.
El alta médica se dará en los próximos días para que Ninfa Atalaya pueda continuar su recuperación en su hogar.
