Rolin Mendoza, secretario regional de la Confederación Nacional Unificada de Trabajadores del Sector Salud (Fenutssa), exigió al gobernador regional Walter Grundel Jiménez declarar en emergencia todos los hospitales de la región debido al alarmante desabastecimiento de medicamentos.
«El sistema hospitalario está colapsando. Los almacenes están vacíos. No hay medicinas ni para tratar las enfermedades más comunes«, denunció Mendoza en declaraciones a la prensa. El dirigente señaló como principal responsable al Sistema Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud (SENARES), al que acusó de no cumplir con su labor de compra y distribución de medicamentos en todo el país, dejando a los centros de salud regionales en el abandono.
Uno de los casos más críticos es el del Hospital II-2 de Tarapoto, cuyo director, según reveló Mendoza, ha tenido que iniciar coordinaciones directas a nivel nacional para conseguir fármacos esenciales, ya que el presupuesto asignado se agota rápidamente. «Están comprando en pequeñas cantidades y eso hace que los precios se dupliquen o hasta se tripliquen, afectando directamente al bolsillo de los pacientes«, lamentó el dirigente.
Consultado sobre la posibilidad de reembolsos por parte del Seguro Integral de Salud (SIS) a los pacientes que deben comprar medicamentos por su cuenta, Mendoza indicó que no existe hasta el momento una disposición oficial que respalde dicha medida.
Además del desabastecimiento, el representante sindical denunció el deterioro estructural del Hospital de Tarapoto: falta de personal especializado, escasez de camas y ausencia de espacios adecuados para atender a la creciente cantidad de pacientes con dengue, enfermedad que continúa en expansión en la región. «Hay pacientes en camillas en los pasillos, otros esperan horas para ser atendidos, y muchos terminan siendo derivados a clínicas privadas que no pueden pagar«, advirtió.
Frente a este panorama, Mendoza hizo un llamado urgente al Goresam y al Ministerio de Salud. «Ya no se puede esperar más. No basta con discursos. Se necesita gestión real, eficiente y comprometida con la vida de las personas«, concluyó. La ciudadanía y el personal de salud esperan una respuesta inmediata. La emergencia ya no es una posibilidad: es una realidad que golpea cada día más fuerte.