Han pasado seis años desde que Margarita Torres vivió el día más trágico de su vida, su única hija fue asesinada, presuntamente por su pareja y el padre de este. Desde entonces, no ha cesado en su lucha por justicia, una batalla que parecía haber concluido con la captura y condena de los responsables. Sin embargo, la pesadilla ha vuelto a empezar.
En una entrevista, la madre de la víctima reveló que fue recientemente notificada de la apelación presentada por los sentenciados, quienes ahora aseguran ser inocentes y afirman que la joven madre se quitó la vida. La sola insinuación de que su hija pudo haberse suicidado ha causado una profunda indignación en Margarita, quien no sólo enfrenta el dolor de una pérdida irreparable, sino también la angustia de ver cómo el caso da un giro inesperado.
«Mi hija jamás pensó en hacerle daño a nadie ni mucho menos a ella misma. Ella quería vivir por sus hijas. Esto es una burla, una herida que vuelve a sangrar«, declaró entre lágrimas doña Margarita durante los primeros minutos de la entrevista. La situación se torna aún más crítica: en la última audiencia realizada en abril, no sólo se aceptó la apelación, sino que también le comunicaron que dejará de recibir el apoyo económico mensual que venía percibiendo a través del Programa Aurora, destinado a proteger a menores en situación de vulnerabilidad.
Margarita, quien se ha hecho cargo de la crianza de sus tres nietas, hoy se encuentra sin recursos para afrontar los gastos legales de una nueva defensa. «He perdido a mi hija, y ahora siento que me arrebatan también la posibilidad de proteger a mis nietas. No tengo ni para pagar un abogado«, lamentó con la voz quebrada.
Los sentenciados fueron condenados a 23 y 21 años de prisión, respectivamente, y se estableció una reparación civil de S/. 60 mil soles. No obstante, en seis años, la familia de la víctima no ha recibido ni un sol. Margarita reclama que la justicia no sólo está tardando, sino que está siendo injusta con quienes realmente sufren las consecuencias. «Mis nietas merecen saber que hay justicia en este país. No puede ser que después de una sentencia firme, ahora quieran hacernos creer que todo fue otra cosa. Mi hija no se mató. La mataron«, sentenció con firmeza.
Hoy, Margarita Torres hace un llamado urgente a las autoridades, abogados y colectivos defensores de los derechos humanos para que la ayuden a enfrentar esta nueva etapa judicial. Mientras tanto, sigue luchando día a día, con coraje y sin descanso, por el futuro de sus nietas y en memoria de su hija, a quien no permitirá que el sistema olvide.
