El distrito de Morales vivió una jornada de profundo dolor este miércoles, cuando fueron sepultadas Évila Grández Salas (66) y su hija Évila Arévalo Grández (45), víctimas de un trágico accidente ocurrido frente a la plaza principal del distrito. Ambas se trasladaban en un trimóvil por el Jr. José Gálvez y, al intentar cruzar la Avenida Salaverry, colisionaron con una ambulancia de la Compañía de Bomberos.
Entre quienes dieron el último adiós se encontraban los alumnos del 4to grado “B” y padres de familia de la I.E. María Ulises Dávila, donde Évila Arévalo Grández era una madre activa y comprometida. Ella se desempeñaba como vocal del aula de su hijo menor, labor que ejercía con dedicación y alegría.
Ruth Bocanegra Ríos, presidenta del Comité de Aula, expresó el pesar de toda la comunidad educativa: “Nos sentimos muy dolidos por la partida de una integrante tan valiosa. Era una mujer carismática, siempre dispuesta a colaborar y entregar su tiempo al salón de su hijo”, recordó.
Bocanegra relató además que el pasado jueves compartieron el aniversario del colegio, sin imaginar que solo cuatro días después el destino les arrebataría. El recuerdo de Évila Arévalo Grández queda grabado en la memoria de quienes la conocieron, como símbolo de entrega, cariño y compromiso con la educación de su hijo menor.