Antes de trasladarlo hasta su última morada en el cementerio Juan Guerra, sus compañeros de trabajo del Centro de Salud de la localidad donde laboró por muchos años, le rindieron homenaje. Lamentaron la pronta partida del profesional que mantenía la armonía con todos y daba todo por los pacientes que atendía.
Un amigo de Wagner, pidió a sus colegas de trabajo que se despidan recordándolo con alegría y entusiasmo. Que no tenían porqué juzgarlo, no eran quienes para hacerlo.
Uno de sus colegas, agradeció por su amistad que perdure en el tiempo y que sus acciones y hechos que deja, quede por siempre en los recuerdos de las personas con las que trabajó. Wagner no tenía límites, a pesar de las dificultades física, estaba en todas, agregó.
Una de sus mejores amigas y colega del área mujer donde laboraban juntos, refirió que quedará en el establecimiento como ejemplo los recuerdos de una persona amable, servicial, sobre todo responsable en su centro de trabajo.
Luego del homenaje en cuerpo presente, Wagner Mendoza Pezo, fue trasladado al cementerio de la localidad de Juan Guerra.