A más de un mes del fallecimiento de Roberto Carlos Alvarado Marchena, trabajador de la Municipalidad Distrital de La Banda de Shilcayo, las preguntas siguen sin respuesta. Su viuda, Diana Quevedo Villanueva, alzó su voz con firmeza para exigir justicia y esclarecer lo que ella califica como un crimen.
El cuerpo de Alvarado Marchena fue hallado sin vida la noche del sábado 22 de marzo en circunstancias aún no aclaradas por las autoridades. Su muerte causó una profunda conmoción entre los pobladores del distrito, donde era ampliamente conocido por su labor pública.
En una entrevista concedida, Quevedo Villanueva, visiblemente afectada, fue enfática: «Mi esposo fue asesinado. No puedo quedarme callada sabiendo que hay testigos que saben lo que pasó y no se está actuando con la firmeza que este caso requiere. Estoy aquí para pedir justicia, no solo por él, sino por toda nuestra familia que merece la verdad«.
La viuda sostiene que existen testigos clave que podrían aportar información crucial para esclarecer los hechos y asegura que estas personas deberían ser también investigadas y sancionadas conforme a ley. «No fue una muerte natural ni un accidente«, reiteró con determinación.
A pesar del tiempo transcurrido, la investigación no muestra avances significativos. La aparente lentitud en el proceso ha generado frustración entre los familiares de la víctima y preocupación en sectores de la sociedad civil, que piden una intervención más activa del Ministerio Público y de la Policía Nacional.
El caso de Roberto Carlos Alvarado Marchena se suma a una preocupante lista de muertes sin esclarecer en la región San Martín, lo que pone en tela de juicio la eficacia de las investigaciones fiscales y policiales. Frente a ello, la población exige una actuación decidida, transparente y sin impunidad.
