Las brechas entre la ciudad y el campo son abismales, como lo demuestran estas imágenes de los niños de la comunidad de Charapillo Caynarachi, que retornan a sus casas acompañados de sus padres, luego de terminar las clases en sus escuelas.
Hay algunos días que son acompañados por sus progenitores o hay días que tienen que hacerlo solos. Caminan por la ruta que en temporada de lluvia se inunda, pero no queda otra que cruzarla para llegar a sus hogares.
Pero no es lo único que tienen que sortear, también las quebradas que aumentan su caudal, llegar a la escuela tiene un alto costo.