Manuel Merino: Los cuatro principales desafíos del Gobierno hacia el 2021

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En medio de la pandemia COVID-19 y a cinco meses de las elecciones generales, el ahora presidente deberá asumir múltiples y urgentes tareas de cara al Bicentenario

Manuel Merino de Lama asumió este martes la sucesión en el mando como presidente de la República. Esto, como consecuencia de que, la noche anterior, el Congreso vacara a Martín Vizcarra. De acuerdo con el flamante mandatario, su Gobierno garantizará la realización de las elecciones generales del 11 de abril de 2021 y la consecuente transición del poder el 28 de julio de ese año. Tras su juramentación, Merino dijo también que enfocará esfuerzos en la lucha contra la pandemia COVID-19, que ya ha causado más de 34 mil muertes en el país.

El ahora ex parlamentario acciopopulista toma la posta en un contexto complejo y con un rechazo ciudadano muy intenso por la destitución de Vizcarra. En la agenda del Legislativo sigue pendiente la elección de los miembros del Tribunal Constitucional, un proceso que suscitó varios enfrentamientos con el anterior Ejecutivo. Si bien para este mandato de transición no se esperarían confrontaciones profundas entre ambos poderes, especialistas consultados por RPP coinciden en que ese tampoco es un buen síntoma de gobernabilidad.

1. Un reto permanente: El balance de poderes entre el Ejecutivo y el Congreso

Para el politólogo Fernando Tuesta Soldevilla, la gestión de Merino podría albergar demasiada influencia del Congreso. Y no solo porque se trate de un presidente que se origina de ese poder del Estado. “Es muy predecible que los partidos que están en el Congreso; sobre todo, aquellos que están alrededor de Acción Popular, van a estar en el Ejecutivo. No es que Merino se vaya a aislar o quedar solo después de que varias bancadas le hicieran el favor de colocarlo en el Gobierno. Y aquí surgen preocupaciones legítimas sobre la producción legislativa. Por ejemplo, ¿qué pasará con las leyes que un Ejecutivo independiente observaría?”, dijo el especialista para este texto.

En entrevista para este texto, la presidenta de la Asociación Civil TransparenciaAdriana Urrutia Pozzi-Escot, recordó que la separación o independencia de poderes permite que en el país se mantenga el equilibrio del sistema democrático. “El Ejecutivo y el Legislativo operan en un sistema de pesos y contrapesos. En este caso, el Legislativo ha asumido el Ejecutivo y hay que estar bien vigilantes para garantizar el equilibrio de ambos poderes en el futuro. Este es un Gobierno de transición y, como tal, es acotado y delimitado en el tiempo”.

En entrevista con el programa La Rotativa del Aire, de RPP, el analista político José Carlos Requena sostuvo que Merino debería distanciarse de su relación con el Congreso. “Lo fundamental es que Merino haga un gobierno extraparlamentario. Obviamente, tiene que escuchar [al Congreso] y, de hecho, para empezar, tendría su Gabinete que recibir el voto de confianza. No creo que deba abandonar al Congreso, pero, en términos de gestión, yo creo que tendría que estar absolutamente alejado. Acá, el gran peligro es que ‘la cura sea peor que la enfermedad’”, señaló Requena.

2. El control sobre la pandemia COVID-19 y sus efectos económicos, sociales y sanitarios

A la fecha, el Perú ha registrado más de 900 mil contagios por COVID-19 y una estimación que supera los 34 mil fallecimientos. Antes de su salida, el Gobierno de Vizcarra informaba continuamente sobre las medidas adoptadas para el control de la pandemia y la favorable reducción de cifras de los últimos meses. Sin embargo, también advertía constantemente sobre la posibilidad de un repunte o segunda ola de infecciones.

La politóloga Adriana Urrutia señala que, evidentemente, la lucha contra la pandemia es el desafío más pesado y de mayor plazo para el Gobierno interino. “Debe tener la prioridad de atender los problemas que tienen los peruanos ahora y hacer frente a la crisis. Entonces, en ese sentido, lo que debería hacer de manera inmediata el nuevo Gobierno es nombrar a las personas más capaces para manejar las complejas tareas de la emergencia. Y no olvidemos que, además de sanitaria, hay una crisis económica y que hay, por supuesto, vidas en juego; en particular, de las personas más vulnerables en este país”.

Hasta la tarde de este martes, el mandatario interino Manuel Merino no había anunciado la juramentación de su Gabinete de Ministros. De momento, se vocean algunos nombres (algunos políticos afines a Acción Popular u otros partidos políticos), pero no existe confirmación sobre quiénes asumirán cada ministerio. Sin duda, las carteras más sensibles son Salud, Economía y Educación.

3. El desarrollo regular de las elecciones generales de abril de 2021

De acuerdo con los artículos 113 y 117 de la Constitución, un presidente en funciones no puede impedir la realización de procesos electorales ya convocados. Contravenir aquel mandato constitucional configura una causal de vacancia y también de enjuiciamiento. El último lunes, a solo horas de consumada la destitución de Martín Vizcarra, el Parlamento publicó un comunicado a la ciudadanía, en el que calificaba como “impostergables” los comicios del 11 de abril de 2021. Merino se pronunció hoy en ese mismo sentido.

Como RPP ha informado, en el marco de nuestra cobertura electoral El Poder en tus Manos, los entes electorales – JNE, ONPE, Reniec – trabajan desde hace meses en la organización de este proceso. En consulta con este medio, el analista político José Tello Alfaro sostuvo que el calendario electoral no podría modificarse bajo ningún supuesto. “El propio Tribunal Constitucional aclara en jurisprudencia que el cronograma electoral es intocable. Las elecciones se van a tener que dar el 11 de abril del 2021”.

Para el analista político José Carlos Requena, el Congreso y, sobre todo, Merino, han sido lo suficientemente enfáticos respecto de la continuidad de las elecciones como para sospechar de un ánimo distinto. “Creo que el tema de la postergación de elecciones es muy poco probable. Por lo menos, el señor Merino, en las declaraciones que dio desde ayer y también en un comunicado que circuló [el Congreso] a altas horas de la noche, el tenor era ese. Una acción contradictoria a lo que se ha dicho dañaría el sistema político”.

4. Con la nueva coyuntura, ¿se debe pausar la elección de jueces al TC? 

Durante la gestión de Martín Vizcarra, uno de los enfrentamientos más recurrentes con el Congreso se basaba en la pendiente renovación de magistrados del Tribunal Constitucional. Como lo establece el artículo 201 de la Constitución, estos jueces son elegidos por el Congreso de la República cada cinco años. Sin embargo, el Parlamento suele tardar en esta selección y, actualmente, seis de los siete tribunos siguen trabajando con mandato vencido.

La abogada constitucionalista Gabriela Oporto Patroni indica que el Congreso puede continuar e, incluso, culminar el proceso de selección que ya se ha emprendido. Sin embargo, explica que, con el nuevo contexto del gobierno transitorio, lo ideal es dejar el debate cuando se instale un nuevo Congreso y un nuevo Ejecutivo. Esto, porque habría mayor garantía de que el Gobierno exija un control si es que identifica irregularidades.

Formalmente, los actuales congresistas tienen la potestad de elegir a los magistrados del Tribunal Constitucional en el plazo inmediato. Pero el argumento de que se debería esperar a la elección del siguiente Congreso tiene que ver más con la legitimidad que con la legalidad. Eso ya entra un poco en el terreno del análisis político. Mi posición personal es que se postergue. Estamos hablando de los jueces con más poder en todo el país y cualquier riesgo o defecto en el proceso resulta altamente preocupante”, dijo Oporto.

Bajo similar razonamiento, el politólogo Fernando Tuesta considera peligrosa la continuación del proceso de selección de magistrados al Tribunal Constitucional. “Esta es una gran preocupación; sobre todo, por la calidad del trabajo de selección. Yo considero que lo ideal es que no se elija aún [a los jueces constitucionales] y se espere a un nuevo Congreso”, expresó.