La carretera Oasis, que une el puente Atumpampa con el mercado Santa Anita en el distrito de Morales, se ha convertido en un símbolo del abandono estatal. Lo que debería ser una ruta estratégica para la conexión comercial y vecinal, hoy luce deteriorada, con enormes charcos y tramos intransitables que se agravan con cada lluvia.
Conductores de vehículos menores y mayores enfrentan a diario los estragos de una vía sin mantenimiento, mientras las autoridades, tanto del nivel local como regional, miran hacia otro lado. «Cada gestión promete, pero nadie ejecuta«, afirman indignados los vecinos.
Paul Alarcón, empresario local, recuerda que durante la construcción del puente Atumpampa pidió a los responsables que incluyeran obras de drenaje para la carretera. Sin embargo, la respuesta fue contundente: el presupuesto no alcanzaba. «Desde entonces, nadie ha hecho nada. Ahora es responsabilidad del gobierno actuar, pero seguimos esperando«, denunció.
El temor de los moradores es que la situación, de no atenderse pronto, escale a tragedias mayores. Por ello, exigen una intervención urgente y sostenida. «No pedimos favores, pedimos respeto a nuestro derecho a una infraestructura segura y funcional«, reclaman. La carretera Oasis, vital para cientos de ciudadanos, sigue esperando que alguien la mire con la seriedad que merece. Mientras tanto, cada lluvia la borra un poco más del mapa.