En medio de un profundo dolor y muestras de afecto, fue sepultado este sábado Patrick Ney Gonzales Riva, joven de 29 años que perdió la vida tras sufrir graves quemaduras ocasionadas por una fuga de gas seguida de una explosión en su vivienda, ubicada en el distrito de Morales.
El trágico accidente también dejó gravemente herida a doña Esther Riva, madre del fallecido, quien aún lucha por su vida en un hospital de Lima. Su estado de salud es delicado, según indicaron allegados a la familia.
El ataúd de Patrick fue acompañado por familiares, amigos y vecinos que, entre llanto y recuerdos, lo acompañaron hasta su última morada. Durante la ceremonia, una de las voces más sentidas fue la de su tía, hermana de su madre, quien recordó con cariño la personalidad alegre y espontánea del joven. “Era un locazo, disfrutaba de cada ocurrencia. Siempre nos hacía reír”, expresó conmovida.
Uno de los amigos de la familia compartió el dolor de la pérdida, recordando su propia experiencia: “No es fácil despedir a un hijo. Un padre nunca olvida al ser que creó”. También se sumaron palabras de un vecino y compañero de barrio, quien destacó la humildad de Patrick. “Era aliancista, pero nunca fue fanático. A pesar de que mi familia es de la ‘U’, él siempre nos saludaba con respeto. Nunca tuvo un mal gesto”.
La ceremonia concluyó entre cánticos, oraciones y el llanto incontenible de quienes conocieron a Patrick, mientras su cuerpo era depositado en el cementerio del distrito. Su partida deja un vacío imposible de llenar en la comunidad de Morales, que aún intenta asimilar la magnitud de esta tragedia.