En medio de un ambiente festivo y bajo un implacable sol amazónico, cientos de personas se congregaron este martes en la ciudad de Lamas para disfrutar del tradicional piqueo, como parte de las celebraciones por las fiestas patronales Santa Cruz de los Motilones.
Desde tempranas horas, familias enteras, jóvenes, adultos mayores y visitantes de otras ciudades formaron largas colas frente a las distintas cabezonías. En la primera de ellas, perteneciente a la familia Lozano Coral, se anunció la preparación de 5 mil platos que serían distribuidos durante la jornada.
El entusiasmo era evidente. Madres de familia con varios hijos en brazos, pobladores de comunidades nativas como El Wayku, y visitantes de Tarapoto, Morales y La Banda de Shilcayo se unieron en una misma expectativa: saborear el exquisito preparado patronal, que año tras año congrega a propios y extraños.
Incluso turistas internacionales participaron de la experiencia. Una joven boliviana confesó que no sabía exactamente qué plato ofrecían, pero la curiosidad y la energía del evento la motivaron a hacer la fila. Mientras tanto, muchas personas aprovecharon la espera para compartir un refrescante indanochado, bebida tradicional de la zona.
Finalmente, tras superar la larga espera, los afortunados que lograron recibir su porción no dudaron en sentarse en las veredas a disfrutar del suculento almuerzo, convirtiendo las calles de Lamas en un comedor popular lleno de tradición, sabor y comunidad. La jornada reafirmó el valor cultural y gastronómico de esta festividad ancestral que continúa reuniendo generaciones bajo el espíritu de la generosidad y el orgullo lamista.
