Con la finalidad de participar en la sesión de consejo donde regidores de la comuna de Juan Guerra evaluaba la suspensión del alcalde, José Lazo Arce, su expareja Caterine Valeria Quique, llegó hasta la municipalidad, pero señaló que fue impedida de ingresar. La ciudadana recibió el respaldo de un grupo de pobladores que se encontraban en los exteriores del local edil.
Durante su presencia, Quique expresó que busca justicia y afirmó que en su caso existirían irregularidades, señalando presuntos intentos de silenciarla y ofrecerle dinero para desistir de sus denuncias. Indicó que no siente respaldo de las autoridades competentes y que no ha recibido atención del Ministerio de la Mujer, pese a la relevancia pública del caso.
Asimismo, señaló que algunos regidores conocían previamente sobre las agresiones que denuncia y que no se siente protegida dentro de la municipalidad. Aseguró que continúa recibiendo amenazas y que vehículos la persiguen, mientras que, según mencionó, el alcalde cuenta con resguardo policial permanente. Agregó que no recibe visitas policiales que verifiquen su seguridad y cuestionó la demora en las garantías personales tramitadas ante la prefectura.
En relación a denuncias presentadas por familiares del alcalde, afirmó que estas fueron admitidas rápidamente, mientras que la suya habría sido inicialmente rechazada. Consideró injusto el avance de los procesos y sostuvo que existe un aprovechamiento del poder. Finalmente, Jessica Guerrero, madre de la joven expareja del alcalde, lamentó que actualmente las autoridades mantengan un silencio total e incluso del ministerio de la mujer no existe un pronunciamiento pese a que este caso ya es conocido a nivel internacional, nacional.