La subdirectora de la Institución Educativa Jorge Basadre Grohmann, Miroslava Silva Rojas, expuso las principales carencias que enfrenta su comunidad educativa en la zona de Yarina, distrito de Bajo Huallaga. Durante la visita de las autoridades regionales, la docente resaltó la importancia de su presencia en estas zonas rurales que, según indicó, han sido históricamente olvidadas.
Silva Rojas señaló que, aunque se ha iniciado el proyecto de mejoramiento del servicio de agua y desagüe, aún existen múltiples necesidades sin atender. Entre las más urgentes destacó la falta de energía eléctrica, lo que afecta directamente el funcionamiento del sistema de agua y las actividades diarias del colegio.
Indicó que el colegio, integra los niveles inicial, primaria y secundaria, cuenta con ambientes separados y antiguos, construidos hace más de veinte años. “Ya no podemos seguir invirtiendo ahí, necesitamos una nueva infraestructura”, expresó.
La institución, que alberga alrededor de 700 estudiantes distribuidos en 29 secciones, enfrenta además una seria carencia de mobiliario escolar. A pesar de los esfuerzos realizados por los maestros y padres de familia para recaudar fondos y construir un techo en la sección de primaria, los recursos resultan insuficientes. “No tenemos loza deportiva ni mobiliario completo”, mencionó Silva Rojas, quien relató que algunos alumnos deben turnarse para usar los asientos disponibles.
Otra de las preocupaciones expresadas fue la demora de la UGEL San Martín en la asignación de docentes, situación que se repite cada año. Según explicó, los maestros no llegan a tiempo al inicio del año escolar, lo que retrasa el desarrollo educativo de los estudiantes.