Hoy se cumple dos décadas del terremoto de 7.5 grados que, el 25 de septiembre de 2005, sacudió con fuerza la provincia de Lamas, dejando una huella imborrable en su historia. El sismo, uno de los más fuertes registrados en la región San Martín, provocó la muerte de más de tres personas y afectó a más del 70 % de las viviendas, muchas de ellas reducidas a escombros.
En esta fecha conmemorativa, la población lamista revive con pesar y reflexión aquel episodio que transformó para siempre la vida de la ciudad. Las autoridades locales han organizado actos simbólicos y espacios de diálogo para recordar a las víctimas y reforzar el compromiso con la prevención de desastres.
Víctor Bazán Velásquez, responsable del área de Defensa Civil de la Municipalidad Provincial de Lamas, señaló que desde aquel trágico día se han implementado brigadas preventivas para concientizar a la ciudadanía sobre la importancia de los simulacros de sismos y el manejo emocional posterior a eventos telúricos.
“Lamas se encuentra en el cinturón de fuego del Pacífico, una de las zonas más sísmicas del planeta. Por eso es fundamental que nuestra población esté capacitada y preparada para enfrentar cualquier emergencia natural”, expresó Bazán en entrevista con este medio.
Si bien la ciudad ha experimentado un avance progresivo en materia urbanística y en la construcción de infraestructuras más seguras, persisten áreas de riesgo. Bazán advirtió que sectores como el tradicional barrio Wayku aún presentan viviendas de tapial altamente vulnerables a los movimientos telúricos. Este vigésimo aniversario no solo rinde homenaje a las víctimas y sobrevivientes del sismo de 2005, sino que también reafirma la urgencia de fortalecer la cultura de prevención y resiliencia ante los desastres naturales en la región.
