Motoristas que operan en el río Huayabamba, conectando localidades como Abiseo, Dos de Mayo, Pajaten y Bello Horizonte, enfrentan junto a sus pasajeros, un creciente riesgo debido al aumento del caudal en esta temporada. El viaje, que puede durar más de tres horas, se ha vuelto peligroso.
En diciembre, los ríos de la provincia de Mariscal Cáceres, como el Abiseo, Huayabamba, Gelache, Simacachi y Huallaga, se vuelven caudalosos debido a las lluvias intensas. Esta situación dificulta la navegación y aumenta el riesgo de accidentes para los motoristas y sus ayudantes, conocidos como proistas o grumetes.
Marcelo Tuanama Tuanama, pasajero que se dirigía con destino a Pajaten para trabajar, advirtió sobre la importancia de tomar precauciones: «Es fundamental que todos usen chalecos salvavidas para protegerse ante cualquier eventualidad, como un naufragio«. Indicó que las palizadas son peligrosas, hace unos días, una embarcación estuvo a punto de naufragar tras impactar con gigantescos palos que bajaban por el río.
El cambio climático repentino, sumado a la falta de iluminación durante los viajes nocturnos, incrementan el peligro. Los boteros tienen la responsabilidad de extremar medidas de seguridad para garantizar la integridad de los pasajeros. Semeías Pérez Carbajal, habitante de la zona, destacó la relevancia de estas rutas fluviales para los pobladores del distrito de Huicungo, especialmente aquellos que dependen del puerto Callao para desplazarse. «A pesar de los riesgos, estas rutas son esenciales para la vida cotidiana de las comunidades ribereñas«, comentó.
Las autoridades locales han instado a motoristas y pasajeros a cumplir con las normas de seguridad, como el uso obligatorio de chalecos salvavidas. También han sugerido implementar capacitaciones para los operadores, con el objetivo de prepararlos para enfrentar los desafíos que presentan los caudales altos en épocas de lluvias.