La Parroquia de Morales emprendió hace un tiempo un trabajo solidario junto a profesionales de la salud, realizan visitas domiciliarias a pacientes delicados con COVID-19. La infectóloga Nidia Calderón encabeza el voluntariado junto a otros profesionales de la salud que dejando de lado el riesgo y las ganancias personales, dedican parte de su tiempo a las familias de bajos recursos que no pueden acudir a un hospital. El párroco de la iglesia moralina indicó que gracias a la ayuda de 35 médicos del extranjero que les envían medicamentos. También tienen concentradores de oxígeno, comprados gracias a la colecta realizada junto a Manos Unidas y donadas por contraloría, ayudan a las personas vulnerables no sólo del distrito de Morales, también Tarapoto y Banda de Shilcayo. Si son casos graves, van a sus casas. El párroco dijo que este trabajo durará hasta que la pandemia acabe y hasta que las personas necesiten tratamientos. Pidió a la población a no desesperarnos y ser más solidarios.
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