Los ronderos del Valle del Ponaza, en la provincia de Picota, solicitaron al alcalde provincial que se permita el trabajo a las seis empresas de balseros que cuentan con autorización de la Marina de Guerra del Perú para operar en los amarraderos de la zona.
Esta medida, señalaron, busca evitar conflictos entre los empresarios balseros y garantizar condiciones equitativas para todos los trabajadores del sector fluvial. Durante una reunión de coordinación encabezada por el presidente del Frente de Defensa de los Intereses de la Provincia de Picota (Fredit), Eberto López Panduro, abordaron las tensiones existentes entre los balseros a raíz de la exclusión de una de las empresas que, según sus representantes, también cuenta con la documentación correspondiente para laborar.
El dirigente informó que el próximo viernes, a las 10:30 de la mañana, se realizará una reunión en el auditorio municipal de Picota para definir los acuerdos finales. Explicó que en dicho encuentro se escucharán los descargos de la empresa afectada y se verificará la documentación respectiva, con el fin de garantizar un proceso transparente y justo para todos los actores involucrados
Por su parte, Alexander Estela Díaz, presidente de las rondas Campesinas del distrito de Shambuyacu, manifestó que la problemática de las balsas afecta directamente a los pobladores del Valle del Ponaza, quienes dependen del tránsito fluvial para trasladar sus productos.
En la misma línea, Walter Pozzi Honores, presidente de las rondas campesinas del distrito de Tingo de Ponaza, señaló que los agricultores y ganaderos del valle son los principales perjudicados por el alza de precios y las irregularidades en el transporte fluvial.
Los dirigentes coincidieron en que el diálogo del próximo viernes será clave para restablecer el orden, promover la formalización de las empresas y asegurar un servicio fluvial justo y accesible para toda la población del Valle del Ponaza.








