Frente a la afirmación del propietario de una de las balsas que pagaba A/. 12 mil a los integrantes de las rondas campesinas del sector Campañilla por darle la exclusividad para pasar vehículos y pasajeros por el río Huallaga en el sector puente Punta Arenas, el dirigente rondero, Oscar Núñez Coveñas, salió al frente para desmentir categóricamente que estén cobrando coimas a empresas que operan.
Núñez Coveñas, aclaró que no se trata de ningún tipo de ‘cobro por cupos’ ni actos irregulares, sino de un servicio de vigilancia privada y control de tránsito que vienen realizando de forma organizada, a cambio de una remuneración mensual legal y transparente por parte de una empresa que transporta vehículos mientras se espera la reparación del puente. «Lo que hacemos es brindar seguridad en la zona y guiar el tránsito para evitar desorden. No estamos pidiendo coimas ni nada ilegal«, manifestó el dirigente de la Central Única Nacional de Rondas Campesinas del Perú (CUNARC-P) en San Martín.
Además de la seguridad, los ronderos cumplen un rol clave en la organización del tránsito en la zona. Según Núñez, existen tres ingresos o vados distintos: uno destinado exclusivamente a camiones pesados, otro para camionetas y autos, y un tercero para vehículos menores como motocicletas y mototaxis. La función de los ronderos consiste en guiar a los conductores y evitar accidentes o bloqueos en los accesos.
En otro momento de la entrevista, el dirigente reiteró que los ingresos obtenidos por este trabajo están siendo utilizados para fines comunitarios, como la construcción de un local comunal para las rondas en el sector. Asimismo, expresó su respaldo a las investigaciones para esclarecer quiénes habrían dañado los cables del puente, lo que ocasionó su colapso parcial. «Nosotros no tenemos nada que ver con el corte de cables. Queremos que se investigue a fondo y se sancione a los responsables. Lo que buscamos es apoyar al orden, no generar caos«, puntualizó Núñez.
La situación en el puente Punta Arenas sigue siendo crítica, mientras se aguarda la intervención de las autoridades competentes para su rehabilitación. En tanto, los ronderos insisten en que su presencia busca contribuir al orden y la seguridad, en un contexto marcado por la tensión y la desinformación.