Han pasado dos meses desde el asesinato del abogado Luis Felipe Morey Riva y, hasta la fecha, no hay ni un sólo detenido. La falta de avances en la investigación ha desatado indignación y desesperanza entre familiares, amigos y defensores de los derechos ciudadanos, quienes denuncian un preocupante clima de impunidad e inseguridad en la región.
Iván Rojas recordó que el crimen de Morey no es un hecho aislado, sino parte de una cadena de delitos sin resolver que golpean a la sociedad. Citó como ejemplo el asesinato de la gerente de la empresa de transportes La Cejona y el brutal descuartizamiento de una madre de familia en Picota, casos cuyos autores tampoco han sido identificados ni capturados.
El ambientalista, también denunció graves irregularidades dentro de las propias filas policiales. Según señaló, «es una pena que dentro de la familia policial algunos malos efectivos estarían alquilando sus armas para la delincuencia e incluso involucrados en robo de armas dentro de la comisaría, como lo sucedido hace unos días al interior de la comisaría de Tarapoto«. Lamentó, además, que ningún jefe policial se haya pronunciado al respecto.
Ante esta situación alarmante, Rojas anunció la propuesta de crear un colectivo ciudadano contra la inseguridad, que reúna tanto a políticos como a ciudadanos comunes. El objetivo: ejercer presión, exigir justicia y promover acciones concretas frente al crimen organizado y la delincuencia que azotan a la región. La ciudadanía clama respuestas. La impunidad no puede ser la norma. Cada caso no resuelto es una herida abierta que erosiona la confianza en las instituciones. La exigencia es clara: que las autoridades no solo informen, sino que actúen con decisión y eficacia.