Rosario Arrascue Ventura, una abuela que ha criado a sus dos nietas desde que eran bebés, enfrenta una dura batalla legal para conservar la custodia de las menores, en medio de un proceso judicial iniciado por la madre biológica, quien se habría ausentado del rol materno por más de 10 años.
Las niñas, han vivido bajo el cuidado de su abuela materna desde la muerte de su padre. Según diversos testimonios, la madre biológica, Jenifer Tania Gonzales Vásquez, se trasladó a la región Amazonas tras la pérdida de su esposo, dejando a las menores al cuidado exclusivo de la señora Rosario.
Este martes, las niñas fueron evaluadas en la cámara Gesell como parte del proceso judicial que determinará su futuro. El abogado de la abuela, Jhon Sander Alegría, detalló que, si bien las menores tienen derecho a expresar su deseo sobre con quién desean vivir, la decisión final recae en el juez del caso.
«El proceso será largo y delicado, porque involucra a menores de edad. Sin embargo, existen pruebas sólidas de que la señora Rosario ha brindado alimentación, educación y un hogar estable a sus nietas durante todos estos años«, afirmó el abogado.
Respecto a una denuncia por presunto maltrato interpuesta por la madre biológica, Alegría fue enfático en aclarar que dicha acusación fue desestimada. «Los exámenes psicológicos y las declaraciones realizadas por las niñas en cámara Gesell descartan cualquier tipo de abuso. Ambas menores manifestaron sentirse seguras y protegidas con su abuela«, señaló.
El caso permanece en evaluación, mientras la familia y la comunidad esperan que el Poder Judicial actúe con enfoque en el interés superior del niño, resguardando el bienestar emocional y físico de las menores. La historia de Rosario Arrascue no sólo refleja la complejidad del sistema judicial en temas de tenencia, sino también el profundo lazo de amor y protección que muchas veces trasciende los vínculos biológicos.
