Una profunda mezcla de dolor, indignación y esperanza marcó la noche del sábado en Tarapoto, donde familiares, amigos, colegas y ciudadanos rindieron homenaje al abogado Luis Felipe Morey Riva, asesinado hace tres meses por sicarios en un hecho que aún sigue impune.
La vigilia, realizada el 07 de junio, comenzó con una misa en su memoria y continuó con una emotiva concentración en la que los asistentes, portando pancartas y mensajes alusivos al crimen, exigieron justicia y el esclarecimiento de este y otros actos de violencia que han venido sacudiendo la región.
Con oraciones, velas encendidas y palabras de reflexión, la comunidad recordó la vida y legado del abogado tarapotino. Su esposa, Madisson Tafur Hidalgo, visiblemente conmovida, resaltó el compromiso ético y la calidad humana de su esposo. «Luis Felipe no solo fue un gran profesional, fue un hombre íntegro, que creía en la justicia y luchaba por ella cada día«, expresó entre lágrimas. Destacó quien fue Luis Felipe Morey y que le parecía muy difícil, a ella y sus dos pequeños hijos, soportar su ausencia.
Martín Morey Riva, hermano del fallecido, aseguró que la vigilia no sólo era un homenaje a Luis Felipe, sino también un acto simbólico por todas las víctimas que han perdido la vida en circunstancias violentas sin que se encuentren a los responsables. «Estamos aquí no solo por mi hermano, sino por todos aquellos que han sido asesinados y cuyos casos han sido olvidados«, dijo con firmeza.
También participó Rosa Acuña Pinedo, regidora de la municipalidad de Lamas y amiga cercana del abogado, quien reflexionó sobre la fragilidad de la vida y la falta de justicia que reina en la zona. «Hoy cualquiera puede ser asesinado y no pasa nada. No podemos seguir normalizando esto«, enfatizó.
Mirian Pinchi Daza, presidenta de la asociación Manos Unidas, agradeció públicamente el apoyo que en vida brindó el abogado Morey a su organización. «Nos duele profundamente su pérdida, porque fue un aliado en la defensa de los derechos humanos y siempre tuvo tiempo para ayudar«, recordó. Durante la actividad también tomaron la palabra trabajadores del estudio jurídico donde laboraba el abogado, así como amigos y ciudadanos que compartieron vivencias con él, todos coincidiendo en una demanda: justicia.
