En el marco de la conmemoración por los 243 años de fundación española de Tarapoto, el historiador tarapotino Wilson Manuel León Bazán expresó su preocupación por la falta de actividades culturales y académicas que permitan a la población, especialmente a los niños y jóvenes, conocer y valorar la verdadera historia de la ciudad.
León Bazán recordó que los primeros pobladores de Tarapoto se asentaron en las márgenes del río Shilcayo y la quebrada de Choclino, siendo comunidades originarias como los cumbazas quienes dieron vida a los primeros núcleos de población. En esa época, la caza, la pesca y el trueque con los lamistas fueron las principales actividades que sostuvieron el crecimiento del valle.
Asimismo, explicó que las sucesivas migraciones motivadas por los descendientes de chancas e incas que se asentaron en Lamas, contribuyeron al poblamiento del valle de Tarapoto, mientras que la cocha de Suchiche se convirtió en un centro natural de pesca y comercio. La presencia de encomiendas, levantamientos indígenas y la llegada de religiosos jesuitas y franciscanos formaron parte del proceso histórico de colonización.
El historiador subrayó que Tarapoto fue fundada oficialmente el 20 de agosto de 1782 por iniciativa del obispo Baltazar Jaime Martínez de Compagñón, como parte de una estrategia para extender la colonización y el control religioso en la Amazonía. Sin embargo, señaló que este proceso también trajo consigo abusos y explotación hacia los pueblos nativos, quienes fueron sometidos a duras condiciones bajo el dominio de los colonizadores.
“Es lamentable que, en pleno aniversario, no se haya considerado dentro de la programación oficial actividades orientadas a difundir nuestra historia. Los niños en las escuelas desconocen los orígenes de Tarapoto y deberían tener acceso a estos conocimientos para valorar sus raíces”, manifestó León Bazán, tras participar en entrevistas donde difundió parte de sus investigaciones.
Finalmente, destacó que Tarapoto se ha consolidado con el tiempo como una de las ciudades más importantes y progresistas de la Amazonía peruana, pero lamentó que la organización social y cultural no siempre esté al servicio del pueblo.