Indudablemente se trata de un hecho recurrente que forma parte de la irresponsabilidad no solo de pobladores, también de empresas que sin importarles los problemas que ocasionan a las familias cercenas, arrojan bolsas y costales de basura en la vía pública cuando el carro recolector ha pasado.
El recojo de los residuos sólidos se ha normalizado hace mucho tiempo y las personas conocen los días y horas que los vehículos que recogen los desperdicios pasan por sus calles.
A pesar de ello, sacan sus paquetes en cualquier momento. Recordó que tres veces por semana pasan las unidades por las diferentes arterias de la ciudad, han coordinado con fiscalización para que se tomen medidas drástica porque no puede ser que existiendo el servicio, contaminen los espacios públicos.