Una torrencial lluvia que cayó este lunes provocó severos estragos en Tarapoto y sus alrededores, dejando en evidencia, una vez más, las fallas del sistema de drenaje urbano, así como la falta de preparación frente a eventos climáticos extremos.
Las precipitaciones sobrepasaron el sistema de alcantarillado en las principales calles del centro de la ciudad, provocando aniegos que amenazaban con arrastrar motocicletas estacionadas e ingresar a diversos negocios. Comerciantes y transeúntes quedaron atrapados por varios minutos, mientras trataban de protegerse de la intensa lluvia.
En medio de la emergencia, la resiliencia se hizo presente. En el parque Fernando Belaunde Terry, frente al hospital II-2 Tarapoto, una vendedora ambulante se mantuvo firme en su puesto, aferrándose a su sombrilla mientras resguardaba sus productos, a pesar de los fuertes vientos y la lluvia persistente. Su esfuerzo fue objeto de burlas de algunos, pero también de admiración por su entereza ante la adversidad.
La situación fue aún más crítica en el distrito de Morales, donde la I.E.I. N° 204, ubicada en la zona de Fonavi, resultó inundada. Las aguas pluviales ingresaron al plantel escolar afectando aulas y mobiliario. Maestras, auxiliares y practicantes se vieron obligados a limpiar las cunetas obstruidas por la basura arrastrada por la corriente.
Adriana Camargo Zamora, directora de la institución educativa, señaló que esta problemática se repite cada vez que las lluvias son intensas. “Hemos pedido apoyo a la municipalidad de Morales, pero hasta ahora seguimos esperando una solución definitiva”, afirmó. Camargo destacó que, junto a los padres de familia, realizan faenas de limpieza cada quince días, pero ni siquiera eso basta. “Hoy por la mañana habíamos dejado todo limpio, pero la basura volvió a tapar las cunetas y el agua ingresó nuevamente, afectando nuestro mobiliario escolar”, lamentó.
Por otro lado, en el kilómetro 14 de la carretera Tarapoto-Yurimaguas se registró un peligroso derrumbe que interrumpió el tránsito y puso en alerta a conductores y pasajeros. Las imágenes difundidas muestran la magnitud del desprendimiento de tierra, que pudo haber tenido consecuencias fatales.
