Luego de sentirse ignorados durante una diligencia de inspección crucial para autorizar el uso de agua de la quebrada Mishquiyaquillo, ubicada en el sector Ventanilla (altura del kilómetro 2.5 entre Cacatachi y Pacchilla), un grupo de pobladores y dirigentes de la localidad de Rumisapa se movilizó esta mañana hasta la sede de la Autoridad Local del Agua (ALA) en Tarapoto.
Los vecinos, visiblemente molestos, exigieron la presencia del jefe del ALA, José Cachay Llontop, para que los acompañe a una nueva diligencia en el lugar del conflicto hídrico. Según relataron, en la jornada anterior no asistieron las autoridades esperadas, lo que consideraron un desplante ante una situación que viene afectando su derecho al acceso al agua.
José Cachay recibió personalmente a la delegación y, en un gesto de apertura, anunció que la diligencia pendiente se realizaría hoy mismo, «llueva o truene». Además, explicó que el contrato que en su momento otorgaba derechos de administración a una empresa privada sobre la captación de agua en la quebrada ya ha sido extinguido, y por tanto no representa ningún impedimento actual.
Sin embargo, el funcionario reconoció que persiste un problema, ciertas personas estarían impidiendo el acceso de otros vecinos al recurso, amparados en un permiso de captación. «Vamos a verificar y solucionar este abuso de inmediato«, aseguró Cachay, comprometiéndose a acudir personalmente a la zona en conflicto.
El jefe de ALA también lamentó no haber asistido a la diligencia anterior, aunque aclaró que envió a dos representantes. Reconoció que esta decisión no fue del agrado de la comunidad y por eso hoy tomó la determinación de encabezar él mismo la inspección técnica. Finalmente, frente a los ciudadanos de Rumizapa, reiteró que los permisos anteriores otorgados a particulares ya han sido revocados, por lo que el agua de la quebrada será cedida a la población local. «Vamos a ir juntos, ahora mismo, a resolver esto en el terreno«, concluyó.