Un grupo de conductores intervenidos por emitir ruidos molestos expresó su rechazo a los recientes operativos emprendidos por la Municipalidad Provincial de San Martín, que han derivado en la intervención de varios vehículos y su internamiento en el canchón municipal.
Los propietarios afectados consideran que los procedimientos son exagerados y cuestionan los métodos utilizados por los encargados del operativo. Según su versión, los fiscalizadores aceleran los motores con la intención de que los decibeles excedan lo permitido por la normativa ambiental. “Nadie maneja así en la calle. Nos obligan a llegar a un nivel de ruido que no generamos en condiciones normales”, declaró uno de los conductores intervenidos.
Además, los afectados argumentan que los operativos significan pérdidas de tiempo y dinero en sus labores diarias, especialmente porque, afirman, no cuentan con las herramientas ni los recursos necesarios para modificar los tubos de escape como se les exige.
Una ciudadana, cuyo familiar también fue intervenido, calificó la situación como ilógica. “Vivimos lejos, y ahora debemos trasladarnos hasta nuestra casa para hacer modificaciones que no podemos costear. No tiene sentido acelerar los vehículos de esa forma solo para que hagan ruido”, señaló con preocupación. Los vehículos permanecieron retenidos hasta que sus dueños no realicen el cambio respectivo de tubo de escape.
