Un grupo de pobladores vinculados con el transporte terrestre vive momentos de tensión tras el sorpresivo cierre del terminal terrestre de Morales, espacio clave para el transporte interprovincial y el movimiento comercial de la zona. La medida, anunciada como parte de un proceso de reubicación, ha generado preocupación entre vecinos, transportistas y comerciantes que dependen económicamente de su funcionamiento.
El exalcalde moralino, Hugo Meléndez Rengifo, calificó el hecho como “lamentable”, recordando que el terminal fue establecido mediante convenio como punto oficial de embarque y desembarque, y que incluso se mantuvo operativo durante los meses más críticos de la pandemia. Según afirmó, la clausura se realizó de forma unilateral, pese a existir un acuerdo para mantenerlo en actividad hasta diciembre, mientras se buscaba un nuevo espacio adecuado.
Meléndez alertó además que la ubicación planteada para el traslado no cumpliría con los estándares exigidos por el Ministerio de Transportes, como servicios básicos o áreas seguras para pasajeros. A ello se suma el descontento ciudadano ante la falta de información oficial y la sospecha de que la decisión respondería a intereses particulares.
El exburgomaestre exigió a la actual gestión municipal brindar explicaciones claras sobre los motivos del cierre y los criterios utilizados para definir el futuro del terminal terrestre de Morales, advirtiendo que cientos de familias están siendo afectadas por una decisión que —asegura, carece de sustento técnico y transparencia.








