A diferencia del grupo etario de 30 años, con mucha responsabilidad con su vida y con la vida de las demás, personas de la tercera edad y otras con discapacidad, acuden a los centros de vacunación para recibir la dosis contra la COVID-19.
Una abnegada hija, trasladó a sus padres desde San Miguel del río Mayo hasta la I.E. Juan Jiménez Pimentel para ser vacunados.
Durante nuestro recorrido por la ciudad universitaria, donde funciona el «vacunamóvil«, encontramos a dos personas de la tercera edad y una con discapacidad esperando su turno para ser inoculadas.
María Asenjo Lozano, señaló que en semanas anteriores, no acudió a los centros de vacunación porque su hermana y su papá estaban mal de salud.
Invocó a los jóvenes de 30 años a más, vacunarse para salvar su vida y las de sus seres queridos.
